La boda de Oscar

Me gustó. Fue original, una mezcla de bodas de siempre y productos de la tierra. Tradición por el vino fino y de jerez, el jamón, el salmorejo y las sevillanas. Bodas de siempre por la cena de diseño y la organización.

Hubo hasta un espectáculo en el que una gitana bailaba flamenco con un jinete montado. No estuvo mal.

En la cena más comida de la que se puede comer y conversación agradable con los compañeros de mesa. Al final, a casa a las 5 y caer derrotado en la camam demasiadas horas sin dormir.

A la mañana siguiente me fui corriendo a casa de Killo para despedirme de él. Nos dimos un baño en su piscina comentando la jugada de la noche anterior y luego me llevó de vuelta a casa de Jorge donde comimos.

Luego mis padres me llevaron al aeropuerto otra vez y de vuelta a Bilbao donde me esperaba Luci con su padre.

Nos llevaron al coche y luego vuelta a casa. El viaje muchísimo más corto que yendo solo.